Days of Wine and Roses es
una película de 1962 dirigida por Blake Edwards y protagonizada por Jack Lemmon
y Lee Reemick. La película fue nominada a cinco Premios de la Academia: Mejor
actor principal, Mejor actriz principal, Mejor canción, Mejor dirección
artística y Mejor vestuario. Ganado el Óscar a la mejor canción compuesta por
Henry Mancini y letra de Johnny Mercer. La película fue nominada a cuatro
Globos de Oro, tres nominaciones a los BAFTA y en el Festival de Cine de San Sebastián,
Lemmon y Remick se llevaron el premio a Mejor actor y Mejor actriz,
respectivamente.
La película debe su nombre
a estos versos:
Recoged
las rosas mientras podáis
Largos
no son los días de vino y rosas
De
un nebuloso sueño
Surge
nuestro sendero
Y
se pierde en otro sueño.
Blake Edwards es la tercera
generación de una familia dedicada a la industria del cine. Su carrera siempre
ha estado relacionada con el mundo del cine. En esta industria ha sido guionista,
productor, realizar e, incluso, actor en sus comienzos. Cabe destacar de su
paso por la interpretación su presencia en Los mejores años de nuestra vida
(1946) de William Wyler que obtuvo el Óscar a la Mejor Película. Además, paralelamente a su carrera como cineasta ha
sido un destacado pintor y escultor.
Comenzó siendo guionista en
algunas películas de Richard Quine. Durante sus primeros años de carrera
destacan sus comedias protagonizadas por Tony Curtis: El temible mister Cory
(1957), Vacaciones sin novia (1958) y Operación Pacífico (1959)
esta última protagoniza además por Cary Grant.
Sería en 1961 cuando Blake
Edwards alcanzaría la fama y prestigio internacional con Desayuno con
diamantes. Un año después, en 1962, dirige Días de vino y rosas. Ambas
con música de Henry Mancini y Johnny Mercer. Se trata de una película dramática
basada en un drama para la televisión de John Frankenheimer. Edwards por
segunda vez en su carrera había quitado la dirección de una película a John
Frankenheimer, recordemos que este había sido la primera decisión de
la Paramount para dirigir Desayuno con diamantes.
En 1969 conoce a la que
sería su segunda mujer hasta su muerte en 2010, Julie Andrews. Juntos
trabajarían en el musical Darling Lily (1970), La semilla del
tamarindo (1973) y Víctor o Victoria (1982).
De su filmografía cabe
destacar: Operación Pacífico (1959), Desayuno con diamantes
(1961), Días de vino y rosas (1962) La pantera rosa y
todas sus continuaciones, El guateque (1968) también con Peter Sellers y
10, la mujer perfecta (1979).
La colaboración de Edwards
con Henry Mancini ha sido clave para crear todos sus clásicos y esas bandas
sonoras inolvidables.
En 2004 recibió el Oscar
Honorífico a su trayectoria profesional, su respuesta fue: “¡Qué bien! Ahora
podremos completar el sujeta libros”. Aludiendo al Oscar de su mujer por Mary
Poppins (1964).
Jack Lemmon comenzó su
carrera como actor secundario tras haber servido en la marina, trabajado como
pianista en Nueva York y haber hecho esporádicas apariciones en radio y en
televisión. En 1955 consigue su primer
Oscar como Mejor actor secundario por Escala en Hawaii.
Tras aparecer en una serie
de películas sin un papel importante, en 1959 consigue unos de sus mejores
papeles y el papel que le catapultaría a la fama hablamos claro está de Con
faldas y a lo loco (1959). Tras su mítica interpretación al lado de Marilyn
Monroe y Tony Curtis, la carrera de Lemmon con Billy Wilder (director del film)
sería impecable y recordada.
Aunque su interpretación
fue nominada al Oscar, fue Gregory Peck con impecable e inigualable actuación
de Atticus Finch quien se llevó el Premio por Matar a un ruiseñor
(1962).
Lee Remick debutó en el
cine tras cursas estudios de interpretación en el famoso Actor’s Studio de Elia
Kazan y Lee Strasberg que ha moldeado actores de la talla de: Marlon Brando,
Montgomety Clift, James Dean, Anne Bancroft, Robert de Niro, Steve Mcqueen,
Paul Newman, Jack Nicholson o Al pacino. Remick llegó a ser una de sus alumnas
más destacadas.
Debuta en el cine en 1957
gracias al director de actores, Elia Kazan. De su filmografía destacan: Anatomía
de un asesinato (1959) de Otto Preminger, Río Salvaje (1960) de Elia
Kazan y La profecía (1976) de Richard Donner.
Aunque fue nominada al
Oscar por esta interpretación (puede que una de las mejores o la mejor de su
carrera) fue Anne Bancroft quien se llevó la estatuilla por su interpretación
en El milagro de Ana Sullivan (1962).
Argumento:
Joe Clay (Jack Lemmon) es
un agente de relaciones públicas al que le entretiene beber para pasar un buen
rato. Desea contratar a mujeres para una fiesta en el yate de su jefe y por
casualidad llama Kristen Arnesen (Lee Remick). Joe no sabe que se trata de la
secretaria de su jefe y aunque al principio no congenian terminan enamorándose y
casándose. Hasta ahí todo parece normal pero la afición de Joe por la bebida
aumentará y lo que es peor, arrastrará a su mujer a la adicción.
En los momentos en que el
matrimonio está sobrio piensan en como dejar la bebida pero pronto abandonan
esa idea al empezar a beber. Al final uno de ellos acude a Alcohólicos Anónimos
para intentar solucionar su problema mientras su pareja se opone a esa
decisión.
Comentario:
Para muchos críticos, esta
es la obra cumbre de Blake Edwards por su manera de abordar el tema del alcoholismo.
Es una de las primeras películas que muestra al alcohólico como un enfermo que
debe ser curado y reinsertado. Billy Wilder con Días sin huella (1945)
nos narró la soledad de un escritor que necesita a la botella como compañera en
sus largas noches y como fuente de inspiración.
Aquí nos encontramos al
prototipo de americano medio que bebe whisky por diversión sin descubrir que
tiene un problema de adicción. Cuando Leemon y Remick van al restaurante, él
pide un whisky mientras que ella no pide nada porque no bebe. A él esa actitud
le molesta y le pregunta a su compañera que es lo que realmente le gusta. Remick
contesta que el chocolate, así que Lemmon, muy avispado, le dice al camarero
que prepare un cóctel de chocolate. Poco a poco va convirtiendo a su mujer en
una alcohólica al igual que él.
La escena cumbre de la
película es cuando Jack Lemmon tras haber escondido una botella de whisky en el
invernadero no la encuentra debido a su estado de embriaguez. Lemmon llora,
grita y patalea como un niño. Rompe todas las flores, se arrastra por el barro en
esa noche lluviosa y se deja llevar por su desesperación de no escontrar la
botella.
Otra escena que cabe destacar
es cuando Lemmon, sin dinero porque sabe que si lo lleva comprará alcohol, le
pide al tendero que le fie una botella. El tendero lo toma por lo que es, un
borracho y le niega la venta alegando que le hace un favor. Ante la negativa
Lemmon rompe el cristal de la puerta de la tienda y consigue su botín.
Estas dos escenas nos
muestran la desesperación de un adicto, dispuesto a robar para conseguir su
placer.
Y ¿qué me decís de la
última escena de la película? Vemos a un Jack Lemmon triste, desesperado
mientras en su ventana se reflejan las luces de neón que ponen BAR.
Simplemente espectacular.
Frase de la película:
Tim salen ehmelin! Forma
noruega para brindar que utilizan los protagonistas.
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