viernes, 11 de mayo de 2012

Un tranvía llamado deseo (1951)



A Streetcar named Desire es una película de 1951 dirigida por Elia Kazan y protagonizada por Vivien Leigh y Marlon Brando. La película fue nominada a 12 premios Oscar, ganando cuatro de ellas: Mejor actriz, Mejor actor secundario, Mejor actriz secundario y Mejor dirección artística. Recibió el Premio en el Festival de Venecia a la Mejor Actriz y el Premio Especial del Jurado, además de ser valorada por el Círculo de críticos de Nueva York como Mejor película. 

La película se basa en la obra teatral clásica del dramaturgo estadounidense Tenesse Williams. Está considerada como su obra maestra y ganó en 1948 el Premio Pulitzer en la categoría de Drama.


Un tranvía llamado ocupa el puesto número 47 en la lista de las 100 mejores películas de todos los tiempos hecha por el American Film Insitute (AFI)






Elia Kazan fundador en 1947 junto con a Cheryl Crawford y Robert Lewis del Actor’s Studio, escuela de arte dramático que ha dado grandes actores como Marlon Brando, Paul Newman, Anne Bancroft, James Dean, Montgomery Clift, Sidney Poitier, Anthony Quinn, Dustin Hoffman, Marilyn Monroe, Steve Mcqueen o Jon Voight. 

Es conocido como director de actores ya que fue él quien ha dado a conocer a algunos mitos del séptimo arte. Es el caso de James Dean con Al este del Edén (1955), Marlon Brando con Un tranvía llamado deseo (1951), Elli Wallach con Baby Doll (1956), Warren Beatty con Esplendor en la hierba (1961), Eva Marie Saint con La ley del silencio (1954) o Lee Remick con Un rostro en la multitud (1957).

A lo largo de su carrera consiguió ganar dos Oscar como director por La barrera invisible (1947) y La ley del silencio (1954), además de recibir un Oscar Honorífico a su trayectoria profesional en 1999. Durante la época del Marcarthismo y la Caza de Brujas, Elia Kazan, a pesar de su origen griego colaboró abiertamente con el pensamiento del Senador y sirvió de chivato para gente de McCarthy. Al igual que Walt Disney. 

En el lado opuesto se encontraban los actores que defendían la libertad y estaban en contra de esa persecución ideológica que atentaba contra los derechos civiles: Humphrey Bogart y su mujer Lauren Bacall, Gregory Peck, Katherine Hepburn, Orson Welles, John Huston, Gene Kelly o Burt Lancaster. Actores como Gary Cooper, Ronald Reagan y Robert Taylor, comulgaban con las ideas anticomunistas del gobierno y colaboraban con el Comité denunciando a cineastas y actores, además de elaborar discursos patrióticos anticomunistas. 

Por estas razones, cuando a Elia Kazan le entregan el Oscar Honorífico en 1999, gran número de actores, directores y demás personas relacionadas con el mundo del cine se negaron a aplaudirle.



Marlon Brando, adolescente conflictivo cursó interpretación en el Actor’s Studio impulsado por conseguir una forma con la que ganarse la vida y dejar atrás su mal comportamiento.

En 1944 consiguió su primer papel en Broadway y su actuación fue alabada por la crítica. En 1947 consigue el papel protagonista en otra obra de Broadway, Un tranvía llamado deseo, que se representaría desde 1947 hasta 1949. En 1951 volvería a interpretar a Stanley Kowalski bajo la dirección de Elia Kazan, como en su día hizo en Broadway. A partir de esta interpretación la carrera del joven Marlon Brando, que supondría su primera nominación al Oscar, se dispara. También se dispararon las ventas de camisetas interiores blancas ya que en la mayor parte de la película, Brando aparece con esta prenda.

Actuando con su aspecto de tipo duro y rebelde, trabajaría bajo la dirección de Elia Kazan en dos películas más: ¡Viva Zapata! (1952) que le supondría su segunda nominación al Oscar y la Ley del silencio (1954) con la que conseguiría su primer Oscar. 

Nominado ocho veces a los Oscar por sus interpretaciones, Marlon Brando, cuenta con dos Premios de la Academia en su haber. El primero lo ganó con La Ley del silencio (1954) película que interpreta junto a Eva Marie Saint (Con la muerte en los talones (1959)) y su segundo Premio, por su inolvidable interpretación de Vito Corleone en El padrino (1972).

En la gala de los Oscar de 1973 se negó a recibir el Premio y fue Sacheen Littlefeather, nativa americana y activista, quien recogió el Premio por el actor. Marlon Brando no fue a la gala como protesta ante la situación social del pueblo indio y afroamericano.

A partir de los años setenta su carrera comienza a decaer al mismo tiempo que su estado físico. Actor conflictivo dentro y fuera de la pantalla fue acusado por sus ex mujeres de egocentrista, celoso, infiel e incluso de ser un bisexual reprimido. Esta última sentencia fue reconocida por Marlon Brando.

Casado en tres ocasiones y con once hijos en su haber (que se sepan), mantuvo romances con Ava Gadner, Grace Kelly, Ingrid Bergman, Jackie Kennedy o Rita Haywoorth.  Conoció a Marilyn Monroe en un bar de Hollywood cuando todavía él era un desconocido y ella Norma Jean. Marlon Brando le ofreció 15$ por subir a su apartamento y la rubia aceptó sin protestas. Mantuvo un romance con la cantante francesa Edith Piaf, al no conseguir a otra francesa, Briggite Bardot. Cuando el pequeño gorrión le cantó su canción más emblemática (La vie en rose) por teléfono el joven Brando quedó sorprendido y prendado por su hermosa voz.

Pero decir que Marlon Brando solo se dedicaba a las mujeres sería contar una verdad a medias. Tyrone Power, Laurence Olivier o Montgomery Clift son algunos de los hombres que han pasado por sus sábanas.





Vivien Leigh ganó su segundo Oscar por su interpretación de Blanche DuBois en esta película. Leigh demostró  su gusto y don por la interpretación a una edad muy temprana y tuvo que aprender a ocultar sus manos mientras actuaba debido a su gran tamaño. En 1937 conoce a Sir Laurence Olivier, el que se convertiría en su marido tres años después, mientras rodaban juntos Inglaterra en llamas (1937). 

Vivien Leigh es recordada por su magistral interpretación de Scarlett O’Hara junto a Clark Gable en Lo que el viento se llevó (1939). Esta interpretación le supuso su primer Oscar y el reconocimiento mundial. Mucho se ha hablado de cómo consiguió el papel, unos apuntan que fue su marido quien movió sus hilos en Hollywood para que su mujer lograra hacerse con el papel, otros dicen que fue George Cukor (co-director de la película) quien vio en ella el magnetismo y magia que necesitaba su interpretación y otros, simplemente apuntan que fue el destino quien unió a Vivien y Scarlett. 

A pesar del reconocimiento que le proporcionó la película, Vivien prefería el teatro al cine, además Laurence Olivier la presionaba para que no actuase ya que el actor pensaba que su mujer lo eclipsaría. En 1951 regresa con Un tranvía llamado deseo, por su interpretación ganaría su segundo y último Oscar de su carrera.

Aunque en la obra de Broadway el personaje de Blanche DuBois no era interpretado por Vivien, el director se empeñó en contratar a la actriz. Aprovechando un viaje a EEUU de la actriz, Elia Kazan y Laurence Olivier consiguieron convencerla.

En esta película interpreta a una madura soltera infeliz que parece vivir en otra realidad. El personaje de Blanche Dubois es exagerado, le gusta rociarse con perfume, tomar baños con el agua muy caliente, alardear de su educación y vestidos, y flirtear con hombres. Blanche es una persona que sufre un trastorno de personalidad bipolar y Laurence Olivier declaró en sus memorias que había mucho de Vivien en Blanche. Laurence Olivier sabía el daño que podía hacer la interpretación de su esposa en el film, en su vida real. Efectivamente, el daño fue claro. Después de acabar de rodar la película, Vivien se levantaba en la madrugada con la cara empolvada y recitaba los monólogos como si no distinguiese la realidad de la ficción.


Vivien Leigh fue el gran amor de Laurence Olivier, el día de su prematura muerte, el que fuese su marido permaneció junto a ella “pidiéndose perdón por todo el daño que se habían hecho”.


Argumento:

Blanche DuBois (Vivien Leigh) viaja a Nueva Orleans para visitar a su hermana y al novia de esta, Stanley Kowalski (marlon Brando). Al llegar a la ciudad descubre que para llegar a la casa de su hermana debe coger un tranvía llamado deseo. 

Se reúne con su hermana y descubre que el ambiente y el marido con el que vive, no son los adecuados para una dama como ella. Stanley es un polaco bruto y rudo que se dedica a beber y a jugar a las cartas. En medio de ese ambiente, Blanche tiene que darle una noticia a su hermana. Ha vendido las tierras de sus familiares debido a los impagos. 

A partir de ese momento la relación entre Stanley y la hermana de Blanche empeora, y Blanche deja ver cada vez más claro su estado mental y físico para nada saludables.



Película recomendada para todos los amantes de las obras de Tenesse Williams o de las geniales actuaciones de Marlon Brando y Vivien Leigh.

Frase de la película:

“Siempre he creído en la bondad de los extraños” Vivien Leigh en Un tranvía llamado deseo.













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